Aterrizando en… Ā”Marrakech!
”Bienvenidos a la ciudad roja!
Este dĆa es todo tuyo, para que disfrutes del maravilloso Marrakech, Ā”eso sĆ! ResĆ©rvame la noche, porque ademĆ”s de una experiencia gastronómica muy especial y el primer contacto con la riquĆsima comida del paĆs, caminaremos a travĆ©s de su plaza para que puedas disfrutar de su ambiente nocturno. Te va a encantar a partes iguales que sorprender la vida que tiene la ciudad cuando cae el sol.
Y comienza nuestra rutaā¦
Dejamos Marrakech, pero tranquilo, que volveremos despuƩs, para atravesar el Alto Atlas, por una carretera que discurre por el valle del Tassoute. Es uno de los paisajes mƔs bonitos de las montaƱas de Marruecos.
Visitaremos en nuestro trayecto increĆbles pueblos de piedra como el de Mahdaz, que en la lejanĆa parece que se funde con las montaƱas.
Otro lugar que os visitaremos, serĆ” el oasis de Skoura, estĆ” preciosidad ademĆ”s cuenta con una de las kasbahs mejor conservadas del sur. Ā”Pero la cosa no queda ahĆ! Porque iremos en busca de muchas otras menos conocidas y que, nada tienen que envidiar a esta, en cuanto a belleza se refiere.
Y finalmente para esta etapa, cruzaremos las montaƱas del Sarhro, para llegar al desierto, pero Ā”atento!, porque lo haremos a travĆ©s del magnĆfico oasis del palmeral del valle del Draa. El segundo mĆ”s grande de Ćfrica, nada mĆ”s y nada menos⦠Por supuesto, recorriendo las calles de algunos pueblecitos de barro de la zona.
”Comienza nuestro descenso en busca de la mÔs absoluta tranquilidad!
Ya verĆ”s porque lo digoā¦
Descenderemos entre las palmeras por el valle del Draa, al mƔs puro estilo de las antiguas caravanas bereberes, y por supuesto, haremos varias paradas en el camino.
¿Dónde?
Tal y como lo hacĆan los bereberes con sus caravanas, entraremos en pueblecitos en los que parece como que el tiempo se hubiera detenido hace mucho, conservando su absoluta esencia intacta. Pueblecitos como Tamnougalt, Nasrate o Ouled Driss, donde nos espera un regalo increĆble.
Pero un regalo imposible de igualar, porque descubriremos su vida y costumbres ancestrales, esas tradiciones que se conservan desde hace mucho tiempo y que tan difĆciles son de encontrarā¦
Llegaremos a las dunas de Ait Isfoul, un lugar realmente especial en el interior del palmeral, para dormir en una casa de barro que os encantarĆ”, al lado de la arena.
Visitaremos pueblos donde el tiempo paró hace mucho pudiendo observar su forma de vida cotidiana, muy diferente de la nuestra.
DespuĆ©s de esta experiencia casi celestial, debido a que todo se conserva como estaba porque no ha llegado el turĆsmo, dejaremos el palmeral y continuaremos por otro lugar que te va a enamorar. El desierto.
CuÔndo finalice el palmeral y la carretera, ante nosotros solo habrÔ la nada, la desolación, las dunas y las llanuras infinitas.
Pero al dĆa siguiente no esperes ver el desierto que te muestran los documentales o las guĆas, Ā”no!, vamos a conocer una parte del desierto Ćŗnica, una parte a la que muy pocos llegamos y a la que vamos a llevarte a ti.
Delante de ti podrƔs observar entre la inmensidad de las dunas del desierto, la hamada que se extiende hasta llegar al mar de dunas del Erg Chegaga.
Allà nos espera, entre arena y arena, nuestra segunda noche mÔgica que recordarÔs para siempre.
¿Por qué son mÔgicas las dos noches?
Porque dormiremos arropados por un manto de estrellas, que no podrƔs dejar de admirar.
Porque tanto la casa de adobe como las Haymas se encuentran en las dunas en la mÔs absoluta nada. Solo escucharemos el silencio y percibiremos la magia del lugar que solo aquà se puede sentir.
Ā”Sorpresa! TambiĆ©n nos espera un curso de astronomĆa bĆ”sica para conocer un poquito mĆ”s nuestros cielos.
Ahora ya seguro que entiendes la razón de mi frase inicial.
Continuamos nuestra aventura cultural por el desierto, atravesando el mĆtico lago Ikiri, donde vamos a ver algo que quizĆ”s sólo hayas visto en las pelĆculas: los espejismos se dibujan sobre la tierra Ć”rida de sus llanuras, y te recorrerĆ” una sensación indescriptible.
La sensación de recorrer el desierto de la manera que yo te propongo es única, es mÔgica.
Sin querer irte, lo sĆ©, nos ponemos de nuevo en carretera, sobre asfalto ya, donde recorreremos una larga pista que nos conduce al Anti Atlas, una de las zonas que quiero enseƱarte porque es de las mĆ”s desconocidas del paĆs.
Nos dirigiremos a uno de los oasis mƔs bellos -y tambiƩn mejor escondido- que tiene Marruecos, el oasis de Aguinane, donde conoceremos en primera persona el alma de las tribus bereberes. Sus graneros.
Ā Visitaremos el granero de Tigmimoum. Donde veremos todavĆa su uso, vigilado por el Hamin, el guardiĆ”n, disfrutaremos de uno de los graneros mĆ”s espectaculares.Ā
SiĆ©ntete sĆŗper afortunado de poder sentir y vivir una experiencia como esta, porque esta cultura se va perdiendo con el tiempo, lentamente se va deshaciendo, por eso, es un lugar de los que yo llamo especiales, de esos que aĆŗnan la esencia del pueblo beberer, de esos en los que todavĆa sigue viva su historiaā¦
Noche en Ouarsasate.
A travĆ©s del valle del Ounila, nos internaremos por el Atlas en los dominios de las tribus Gnaoua.Ā
Visitaremos el palacio de Glaoui, cuya historia os va fascinar. Sólo os adelanto que fue una de esas leyendas que marcan un antes y un después en la historia.
Y toca volver de nuevo a la ciudad imperial, Marrakech.
Donde disfrutaremos de una cena de despedida como se merece este viaje a este maravilloso paĆs.
Y, todavĆa queda un poco de tiempo para disfrutar. Te dejo caminar entre sus calles hasta la hora de regresar a EspaƱa.
FIN…