Viajar a Marrakech con niños: Una experiencia para toda la familia

Marrakech, con su mezcla de colores, sonidos y aromas, es un destino fascinante que puede disfrutarse plenamente en familia. Aunque su energía vibrante puede parecer un desafío al principio, con la planificación adecuada, se convierte en una aventura mágica para grandes y pequeños. En este artículo te contamos cómo aprovechar al máximo la ciudad y sus alrededores cuando viajas con niños.

Antes de partir, es importante tener en cuenta algunos aspectos para que el viaje sea cómodo para toda la familia:

  • Documentación: Verifica que todos los pasaportes estén en regla y consulta si necesitas visado.
  • Seguro de viaje: Imprescindible para estar preparado ante cualquier eventualidad.
  • Ropa adecuada: Marrakech puede ser caluroso, pero también fresco por las noches. Lleva ropa ligera, gorros y protector solar.
  • Farmacias accesibles: Si necesitas medicamentos, no te preocupes; Marrakech cuenta con farmacias bien abastecidas en casi todos los barrios.
  1. Alojamientos cómodos: Elige un riad con piscina o un hotel con zonas abiertas donde los niños puedan jugar y relajarse.
  2. Adaptar los tiempos: Alterna actividades culturales con momentos de descanso para que los niños no se agoten.
  3. Conexión con la cultura: Involucra a los niños en las experiencias culturales, explicándoles lo que van a ver de manera sencilla y entretenida.

Viajar a Marrakech con niños no solo es una experiencia emocionante, sino también educativa y enriquecedora. Estos son algunos de los beneficios que aporta viajar en familia:

  • Fomento de la curiosidad y el aprendizaje práctico: Marrakech, con su rica historia y cultura, se convierte en una «clase viva» donde los niños pueden aprender sobre arquitectura, tradiciones y naturaleza de una manera práctica y emocionante.
  • Desarrollo de la empatía y tolerancia: Interactuar con locales y descubrir nuevas costumbres enseña a los pequeños a ser más abiertos y respetuosos con otras culturas.
  • Fortalecimiento de los vínculos familiares: Explorar un zoco juntos, montar en camello o compartir un helado en la plaza Jemaa el-Fna crea recuerdos que unen a la familia de manera especial.
  • Adaptabilidad y resolución de problemas: Los niños aprenden a enfrentar nuevas situaciones y ambientes, lo que les ayuda a desarrollar flexibilidad y confianza en sí mismos.
  • Amor por la naturaleza: Las excursiones al Alto Atlas, los jardines de Marrakech o el desierto de Agafay fomentan una conexión profunda con la naturaleza.
  • Memorias inolvidables: Marrakech, con su magia y autenticidad, deja recuerdos que los niños guardarán toda la vida, inspirándolos a seguir explorando el mundo.

Viajar con niños no significa limitarse; al contrario, es la oportunidad perfecta para ver la ciudad desde otra perspectiva. Aquí te dejamos algunas ideas para explorar Marrakech y sus alrededores:

4.1 Jardines y espacios abiertos

  • Jardín Majorelle: Un lugar mágico lleno de colores y tranquilidad. A los niños les encanta explorar sus senderos y ver el pequeño estanque con peces.
  • Jardín de la Menara: Con amplios espacios y un gran estanque, es ideal para pasear y hacer fotos en familia.
  • Parque Anima: Situado a las afueras, combina arte y naturaleza en un entorno interactivo que fascina tanto a adultos como a niños.

4.2 Experiencias culturales y talleres interactivos

  • Talleres de cocina marroquí: Muchas escuelas de cocina en Marrakech ofrecen clases donde los niños pueden aprender a hacer pan o preparar un plato tradicional como el tajín.
  • Talleres de artesanía: Actividades para aprender a hacer mosaicos, cerámica o caligrafía árabe, ideales para despertar la creatividad de los pequeños.
  • Cuentacuentos y espectáculos en Jemaa el-Fna: Por la tarde, la plaza se llena de narradores que comparten historias fascinantes; un entretenimiento único para niños y adultos.

4.3 Diversión en parques y aventuras al aire libre

  • Palazooland: Un espacio con juegos y actividades para niños, perfecto para familias que buscan un lugar donde los pequeños puedan disfrutar de una jornada entretenida.
  • Terres d’Amanar: Tirolinas, circuitos de cuerdas y actividades al aire libre en un entorno natural impresionante, ideal para los más aventureros.
  • Paseo en coche de caballos: Recorrer la ciudad en un coche de caballos es una experiencia relajada y mágica para los más pequeños.

4.4 Piscinas y parques acuáticos para el verano

  • Parque acuático Oasiria: Perfecto para los días calurosos, con toboganes, piscinas y zonas verdes para disfrutar en familia.
  • Piscinas privadas: Muchos hoteles y riads ofrecen acceso a piscinas que los niños adoran, especialmente en verano.

4.5 Excursiones ideales para familias

  • Paseo en camello en el Palmeral: Una experiencia divertida y segura que suele encantar a los más pequeños.
  • Excursión en quads o buggies: Ideal para familias con niños mayores o adolescentes. Estas rutas por los alrededores de Marrakech te llevan a descubrir paisajes únicos como el desierto de Agafay o el Palmeral.
  • Excursión de un día o una noche a Essaouira: La ciudad costera es perfecta para familias, con su ambiente relajado, playas y medina tranquila.
  • Explorar el Alto Atlas: Visitar aldeas bereberes, caminar junto a ríos o disfrutar de un picnic en la montaña son actividades perfectas para conectar con la naturaleza en familia.

4.6 Centros comerciales y dulces en Marrakech

  • Helados y pasteles en Dinos: Una parada obligatoria para disfrutar de helados caseros y deliciosos pasteles que encantarán a los niños.
  • Centros comerciales como Al Mazar o Carré Eden: Ofrecen opciones de entretenimiento para niños, como cines, zonas de juegos y restaurantes familiares.

4.7 Actividades únicas y experiencias educativas

  • Explorar un hammam tradicional (apto para niños): Algunos hammams ofrecen servicios adaptados para familias, donde los pequeños pueden disfrutar de una experiencia relajante y diferente.
  • Observar las cigüeñas: En la muralla del Palacio Badi y otros puntos de la ciudad, los niños pueden maravillarse con estas grandes aves, que suelen anidar en Marrakech.
  • Clases de danza tradicional: Muchas escuelas culturales ofrecen talleres donde los niños pueden aprender pasos de la danza marroquí.
  • Caza del tesoro en la medina: Organiza un juego para que los niños busquen objetos o detalles específicos en los zocos, haciendo que su visita sea más interactiva.

Sitios turísticos vs no turísticos

Marruecos es un país de contrastes y de una riqueza cultural y natural que enamora. Sin embargo, el modo en que decides explorarlo puede marcar una gran diferencia en lo que experimentas. Aunque las rutas turísticas ofrecen comodidad y acceso a lugares emblemáticos, estas suelen estar plagadas de multitudes, ruido y una cierta pérdida de autenticidad que puede alejarte de la verdadera esencia del país.

Viajar fuera de las rutas convencionales no solo te permite disfrutar de Marruecos de una forma más genuina, sino también descubrir rincones ocultos y tradiciones vivas que permanecen intactas, lejos de la masificación. A continuación, exploramos cómo esta forma de viajar puede transformar por completo tu experiencia.

Uno de los destinos más visitados en Marruecos son las dunas de Erg Chebbi, cerca de Merzouga. Aunque su belleza es innegable, la masificación ha cambiado por completo la experiencia de estar en el desierto. Lo que debería ser un lugar de silencio y reflexión está ahora repleto de quads, motos y 4×4 que rugen a todas horas, llenando el aire de ruido y polvo.

Las dunas están abarrotadas de turistas, y por la noche, las luces de los campamentos iluminan el horizonte como si se tratara de una pequeña ciudad. Este paisaje lleno de actividad puede ser emocionante para algunos, pero para quienes buscan la auténtica magia del desierto, el bullicio puede resultar decepcionante. Estar rodeado de tanta gente y ruido no es lo mismo que sentirte solo bajo las estrellas o escuchar únicamente el sonido del viento sobre las dunas.

Medinas que pierden su esencia

Las medinas de ciudades como Marrakech o Fez son otro ejemplo de cómo el turismo masivo puede alterar un lugar. Aunque estos sitios todavía conservan su belleza, muchos de sus zocos y calles han cambiado para adaptarse a los visitantes. Los artesanos que antes trabajaban para la comunidad local ahora producen en masa para satisfacer las demandas del turismo.

En algunos rincones, las tradiciones han sido reemplazadas por «espectáculos» diseñados para atraer la atención de los turistas, perdiendo gran parte de su autenticidad. Esto no significa que estos lugares no valgan la pena, pero para quienes desean conocer la verdadera esencia de Marruecos, explorar fuera de estas rutas ofrece una experiencia mucho más enriquecedora.

Viajar fuera de las rutas turísticas no solo te aleja de las multitudes, sino que también te acerca a un Marruecos donde el tiempo parece haberse detenido. Lejos del ruido de los quads y los coches, el desierto se convierte en un lugar de paz. Dormir bajo un cielo lleno de estrellas en dunas menos conocidas como Erg Lihoudi o Erg Chigaga es una experiencia completamente distinta: el silencio te envuelve, y el único sonido que escucharás será el del viento moviendo la arena.

En las pequeñas aldeas y pueblos que no suelen aparecer en las guías turísticas, la vida sigue su curso como lo ha hecho durante siglos. Los mercados son auténticos, los artesanos trabajan para sus vecinos y las costumbres permanecen intactas. Al interactuar con estas comunidades, no solo eres un observador, sino un participante en su día a día.

En las rutas turísticas, muchas veces se pierde tiempo en largas colas, en encontrar un lugar donde aparcar o en caminar entre multitudes para poder ver algo. Incluso llegar a los destinos más populares puede ser complicado debido a la afluencia de vehículos y turistas.

Cuando viajas fuera de estas rutas, el tiempo se aprovecha al máximo. No hay colas, no hay aglomeraciones y cada parada tiene un propósito. Además, los trayectos están diseñados para que el camino en sí sea una experiencia, permitiéndote disfrutar de paisajes espectaculares y pequeños descubrimientos a lo largo del viaje.

Por ejemplo, en la ruta hacia el desierto, puedes hacer una parada en el Valle del Tassoute para disfrutar de un almuerzo con una familia local. Este tipo de experiencias no solo son imposibles en un itinerario turístico estándar, sino que también añaden un valor incalculable al viaje.

En los lugares más turísticos, muchas tradiciones han cambiado o desaparecido para adaptarse a las demandas del turismo masivo. Sin embargo, en las zonas menos exploradas, las costumbres permanecen vivas y auténticas.

Por ejemplo, en pequeños pueblos bereberes del Alto Atlas o en aldeas del Valle del Draa, la gente sigue viviendo de acuerdo con sus tradiciones. Los mercados locales no están diseñados para turistas, sino para la comunidad, y los productos que se venden son los mismos que han formado parte de su vida durante generaciones.

Al visitar estos lugares, no solo estás viendo una parte de Marruecos que pocos conocen, sino que también estás ayudando a preservar estas tradiciones al apoyar a las comunidades locales.

El desierto, lejos de las rutas turísticas, ofrece una experiencia completamente distinta. En lugar de luces y ruido, tendrás la oportunidad de experimentar el silencio absoluto. Podrás caminar por dunas donde no hay huellas, montar en camello sin otros grupos a la vista y sentarte junto a una hoguera en un campamento que parece completamente aislado del resto del mundo.

Estas vivencias te permiten conectar con la naturaleza y contigo mismo de una forma que simplemente no es posible en los destinos más concurridos.

Otra ventaja de viajar fuera de las rutas turísticas es la seguridad y comodidad que ofrece ir acompañado por guías expertos. Marruecos es un país increíblemente diverso, y muchas de sus rutas requieren un conocimiento profundo del terreno. Desde encontrar caminos poco señalizados hasta conocer los mejores horarios para evitar el calor extremo, un guía local marca la diferencia entre un viaje agotador y una experiencia perfecta.

Además, los guías de Atar Experience no solo te llevan a los lugares correctos, sino que también te cuentan la historia y las tradiciones que los hacen especiales.

Viajar fuera de las rutas turísticas también es una forma de practicar un turismo más responsable. Al visitar pequeñas aldeas y colaborar con artesanos y familias locales, estás contribuyendo directamente a su economía y ayudando a preservar su forma de vida. Esto crea un impacto positivo tanto para los viajeros como para las comunidades, asegurando que estas tradiciones puedan sobrevivir para las futuras generaciones.

Viajar por Marruecos fuera de las rutas turísticas no es solo una opción diferente, sino una oportunidad para conocer el país en su forma más auténtica. Lejos de las multitudes, el ruido y la comercialización, encontrarás un Marruecos que sigue fiel a sus raíces, donde cada lugar tiene una historia que contar y cada experiencia deja una huella en tu corazón.

En Atar Experience, diseñamos viajes que no solo te muestran Marruecos, sino que te conectan con su esencia. ¿Te atreves a descubrir lo que pocos han visto?